Realidad única
Reflexionar sobre lo que muestran los medios de
comunicación y lo que ocurre en realidad es difícil, creo que lo es incluso más
para nosotros, estudiantes de periodismo con ganas de poder hacernos un hueco
en el mundo de la información y la comunicación. Reconocer la labor, unas veces
positiva y otras negativa, no es fácil ni para nosotros. Cuando se trata de
valorar y argumentar lo bueno de los medios de comunicación, creo que todos
estaríamos encantados de hacerlo; destacar lo bueno de nuestra profesión es
algo que nos gusta a todos y los periodistas no somos un caso aislado. El
problema viene cuando tenemos que reflexionar sobre algo que los medios hacen
mal… mejor dicho, que llevan haciendo mal muchos años y que lo mantienen a
pesar de la evolución tecnológica, que hoy en día facilita la subsistencia de
muchos de ellos.
Creo que efectivamente, los medios de comunicación
no muestran la realidad, muestran únicamente una parte de la misma; algunas
veces, la que les conviene y, otras, se ven obligados a mostrarla debido al
interés social que suscita el hecho en cuestión. ¿Esto podría considerarse una
buena práctica comunicativa? La respuesta es clara: NO. Sin embargo, es esto a
lo que nos tenemos que enfrentar día a día, a lo que nos tienen acostumbrados los
medios de comunicación (independientemente su ideología política, sus valores…)
y por ello, no sabría plantear una respuesta al problema. Me explico; esta
situación, el hecho de que los medios de comunicación informen únicamente de
determinados hechos, de determinadas circunstancias, es tan cercano a nosotros,
tan habitual en la sociedad actual que, tras pensar, no se me ocurre un modo de
proceder a cambiarlo porque es un modo de comportamiento común a todos los
medios, y por ello, resultaría extremadamente difícil cambiar el modo de
proceder de todos.
La causa a este problema creo que radica en la suprema
creencia que la sociedad en general, tanto española como del resto del mundo,
pone en los medios, única fuente de información social. En consecuencia, éstos
se acomodan y deciden no cambiar su comportamiento por temor a recibir críticas
sociales. Es decir, los medios basan, en muchas ocasiones, sus criterios de
selección de noticias en base a puntos como puede ser la proximidad de las mismas; ésta práctica ha
dado buenos resultados y por ello, los medios no se han planteado cambiarlo.
Simple y llanamente esto ha sido lo que ha pasado. Sin tener en cuenta, claro
está, que no es una práctica que pueda ser considerada del todo positiva debido
a que tienen a la población falta de información.
No me gustaría decir con esto que los medios de
comunicación engañan o mienten a los ciudadanos porque no es
así (opino esto tanto desde el punto de vista ciudadano como desde el punto de
vista de una estudiante de periodismo), simplemente el problema radica en que
no muestran la realidad en sí misma, únicamente una parte. Es verdad que los
medios, en especial la televisión por la importancia de la imagen, informan de
parte de lo que ocurre en el mundo pero no por ello creo que se tenga que
acusarles de estar detrás de la mentalidad social; los medios nos muestran el
mundo y los ciudadanos debemos saber elegir aquéllos contenidos que más nos
interesan, saber comparar y poder formar nuestra propia opinión teniendo en
cuenta lo que nos han trasladado los medios, no quedarnos únicamente con una
versión.
Contenidos como informativos, debates o programas de
entretenimiento o diversión son nos
muestran diariamente esta postura: los medios sólo muestran lo que ocurre en
otras partes del mundo si lo que ha ocurrido ha sido una tragedia y si ha
habido, lamentablemente, un número elevado de víctimas. Este es el modo de
proceder hoy en día: sobreabundancia de información que hace que los medios
tengan que elegir sobre lo que informar y trasladar a su audiencia. Es algo a
lo que ya estamos sobradamente acostumbrados y de ahí mi consideración de que
es prácticamente imposible cambiar esta mala práctica de la totalidad de
medios.
En el caso de los medios de comunicación españoles,
ocurre como los del resto de países: crean una supuesta realidad que influye en
la visión de los ciudadanos y que sin embargo, en muchas ocasiones, no se
corresponde con lo que realmente está ocurriendo o ha ocurrido. La influencia
de los medios en la mentalidad social es algo espectacular; en muchas
ocasiones, he sido testigo de cómo personas de edad avanzada de mi entorno,
tras haber leído la prensa diaria, afirmaban: “es una pena… esto antes no pasaba, están siempre igual”, refiriéndose
a las matanzas de Siria. Puede que este tipo de sucesos años atrás no
sucediesen, pero lo que sí es verdad es que tragedias han ocurrido siempre, de
unas se informaba y de otras no, debido en muchos casos, a la falta de medios
existentes. Esta visión en la sociedad es la que crean los medios, no se puede
negar que son verdad pero a la vez, no puede negarse que este tipo de países
lejanos a nosotros tienen multitud de cosas buenas de las que los medios no
informan.
Sólo se informa de lo malo porque, en muchas
ocasiones, creo firmemente que es lo que interesa a la audiencia. En mi puesto
de trabajo, una emisora de radio, diariamente recibo multitud de informaciones
que, sinceramente, no creo que interesen a los vecinos (actos culturales,
deportivos, vecinales… sin ninguna relevancia), sin embargo, no ocurre lo mismo
con otro tipo de informaciones como operaciones policiales, denuncias… que han
sido, quizás, las que más polémica han provocado y las que entiendo, en
consecuencia, que más han interesado. Este es el día a día del periodista: se
habla de lo próximo, de lo que se cree que puede afectar o interesar a un mayor
número de personas con el fin de que el medio no sea olvidado por parte de la
audiencia. Esto es así, puede ser considerado algo negativo, es verdad, pero
también puede ser visto como algo positivo debido a que los medios de
comunicación deben, al fin y al cabo, y más en la actual crisis económica,
buscar su propia forma de salir adelante.
S. Parés
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