viernes, 21 de diciembre de 2012

Modelos Comunicativos aplicados a la actualidad

Modelo Conductista -->


 El primer vídeo objeto de nuestro análisis corresponde a un programa de Salvados, los espacios televisivos en los que Jordi Évole entrevista a personalidades destacadas con el objetivo de facilitar el entendimiento de la audiencia ante problemas o circunstancias de interés general. En esta ocasión, nos vamos a centrar en el programa emitido el pasado día 18 de noviembre llamado Oligopoly: el juego de la energía, que obtuvo una audiencia increíble, centrado en el análisis del actual panorama energético en España y su relación con los poderes económicos y políticos. He seleccionado este documento periodístico debido a que considero que estamos ante un modelo comunicativo conductista capaz de modificar la actitud o conducta de su receptor.
 
La Sexta/Youtube
Puede ver el reportaje completo en este enlance
     El modelo conductista es el que consiste en moldear la actitud de alguien a través de objetivos previamente establecidos, es decir, lo que se intenta a partir de este modelo no es otra cosa que intentar cambiar o modificar la actitud de la persona a través de ejemplos concretos que hagan reflexionar a este sujeto para que, en consecuencia, su conducta cambie. Ante esto, el educador, en este caso, Jordi Évole y la productora del programa, tienen la pieza clave de todo el proceso, es decir, son ellos los encargados de mostrar a la audiencia qué es realmente y según su versión, lo que está sucediendo, ejemplificando sus palabras a través de hechos y de declaraciones procedentes de otros implicados en el tema para finalmente, hacer que la audiencia sea más próxima al tema tratado y en consecuencia, capaz de opinar sobre el mismo y cambiar su conducta. Sin embargo, el problema que he encontrado radica en esto mismo: el tema de la energía ha sido, y creo que sigue siendo, un aspecto bastante desconocido en la sociedad española; la población en general no sabemos exactamente qué es lo que pagamos cuando recibimos el recibo de la luz, por qué éste sube cada un cierto tiempo… Por ello, creo que en este aspecto, Jordi Évole lo ha tenido muy fácil ya que, ante un tema desconocido es relativamente fácil moldear a su manera las conductas de los ciudadanos.

Ante el desconocimiento generalizado que reina el país en relación a esto, los educadores lo han tenido relativamente fácil a la hora de intentar modificar esta conducta debido a que, en mi opinión, es un problema del que nadie ni ha hablado en un pasado ni habla tampoco en estos momentos, a pesar de la emisión del programa. Este desconocimiento se hace aun más profundo debido a que no hay un interés procedente de la población ni tampoco hay facilidades por parte de las empresas, entrando, en consecuencia, en una espiral con difícil solución. Llegados a este punto, yo misma me pregunto, ¿de quién es la culpa?, ¿de los ciudadanos por no querer enterarnos o de las compañías por no facilitar un entendimiento?
La respuesta a esto, desde mi punto de vista, es bien clara: las grandes compañías eléctricas españolas a lo largo de su historia han buscado una población no enterada en el tema, desconocida totalmente, es decir, no buscan que los ciudadanos seamos entes activos capaces de mostrarnos en contra de sus políticas, sino que quieren sujetos pasivos que paguemos nuestro recibo sin entrar en otras consideraciones. Así es mucho más fácil realizar su labor, sin tener en cuenta el desconocimiento popular o el punto de vista de una mayoría.
Considero que la temática y la forma de enfocar que ha tenido el programa responde a las características básicas de un modelo conductista: aunque sea un porcentaje mínimo de ciudadanos, entre los cuáles me incluyo, se ha cambiado nuestra conducta ante las compañías eléctricas y en menor medida, ante los partidos políticos, tras ver el modo de actuar de las mismas y comprobar que todo el juego de la energía se basa en el secretismo, por parte de las compañías, y en el enfrentamiento directo, por parte de los partidos políticos, sin buscar, en ningún caso, el bienestar de la población.
A pesar de que en el vídeo se da a entender que los ciudadanos no podemos hacer nada ya que son las compañías eléctricas las que tienen absolutamente todo controlado y a grandes rasgos, la solución que proponen es que sigamos pagando nuestras facturas sin entrar en nuevas consideraciones, creo que el programa además de informar e impartir conocimientos, también es capaz de crear nuevas conductas debido a que, por lo menos yo en mi caso, he pasado de mantenerme neutral ante las compañías eléctricas a mostrar mi más absoluto rechazo. Yo, por ejemplo, no tengo mayor poder a la hora de mostrarme en contra de las mismas, sin embargo, sí creo que parte de la población pueda servir de ejemplo a la hora de determinar este cambio de conducta: Endesa, empresa española del sector eléctrico y gasístico, o Iberdrola, son dos empresas energéticas con acciones en Bolsa y el rechazo de los ciudadanos puede traducirse, como así fue, en una caída de estos valores. El caso de Iberdrola fue destacado ya que, tras la emisión del programa, durante las sesiones siguientes, se situó como uno de los peores valores del Ibex35, demostrando que la respuesta el cambio de conducta en los ciudadanos se produjo.
Considero, objetivamente, que el programa objeto de nuestro análisis abre los ojos, en la medida de lo posible, a la población y ha sido capaz de desencadenar un odio y rechazo absoluto hacia las compañías eléctricas españolas por parte de estos ciudadanos. Otro ejemplo más de esto lo encontramos en que sólo hemos tenido que seguir de cerca las redes sociales y la actualidad de nuestro país para saber que Jordi Évole ha estado envuelto en una acalorada polémica con las compañías eléctricas como consecuencia de la emisión del programa. Se muestra, por ello, una realidad (no tiene por qué corresponder a la realidad en sí misma), que no pasa por educar a la población, sino que directamente, el programa impone su propio punto de vista, éste es compartido por la audiencia debido al desconocimiento previo y se produce, en consecuencia, un cambio en la conducta ciudadana.

b) Modelo Bancario:



        A  la hora de tener que hacer referencia a un modelo bancario, me vienen a la mente las miles de ruedas de prensa sin preguntas a las que, día a día, nos tenemos que enfrentar los profesionales de la información. Asistir a un lugar por un tema periodístico, interesarte por la información en sí misma que te está contando la persona que tienes en frente, apenas a unos metros y, a la hora de la verdad, a la hora de poder interesarte más por el tema que se está tratando, el derecho a la réplica es eliminado. Esta es la triste realidad a la que ya en estos momentos, nos tenemos que enfrentar y que, según estimaciones, va a ser el pan de cada díadebido a la poca solidaridad y consideraciones de algunos partidos o colectivos. El modelo bancario, basado en una especie de monólogo en el que un emisor activo habla, dialoga para sí mismo sin posibilidad de una segunda persona, un receptor pasivo, pueda participar en el discurso; esto lo encuentro ejemplificado en las ruedas de prensa sin preguntas: los periodistas acuden a las mismas, se enteran de lo que les está contando la persona en cuestión pero se les impide la posibilidad de poder intervenir activamente en el encuentro.
Eitb/Youtube
 (Vídeo incompleto, no aparece la totalidad de la rueda de prensa sin preguntas del 15.11.12)
     Debido a que son ya cada vez más constantes, no es difícil encontrar una rueda de prensa sin preguntas en nuestra sociedad, pero, a mí particularmente, me llama especialmente la atención la desarrollada el pasado 15 de noviembre, en Madrid, en la que la actual alcaldesa Ana Botella dio a conocer los primeros datos sobre el ya conocido asunto del Madrid Arena; en dicha rueda de prensa, a los periodistas se les prohibió hacer preguntas y por ello, los asistentes, únicamente pudieron escuchar las palabras de la alcaldesa. Botella utilizó este método de evitar posibles preguntas de los allí presentes mientras presentaba el informe de la investigación interna de la tragedia. Considero, desde mi punto de vista, que la Alcaldesa, a sabiendas de la polémica que han provocado las muertes de las cinco jóvenes que acudieron a la fiesta aquél fatídico 31 de octubre, se ampararía en este hecho para evitar posibles preguntas a traición de los periodistas, no teniendo en cuenta que es, al fin y al cabo, contestarlas teniendo en cuenta su condición de política y de estar al servicio de la ciudadanía, especialmente la madrileña.
Este, sin embargo, es sólo un caso más de los miles que ocurren, cada vez con más frecuencia, en nuestra sociedad. Son situaciones que responden fielmente, desde mi punto de vista, a un modelo bancario: no hay diálogo, tampoco hay participación entre el emisor y el receptor o receptores y además, no hay formación ya que es simplemente un proceso de transmisión de información (la Alcaldesa no es capaz de formar a los allí presentes a través de sus palabras ya que cada una de éstas personas, tiene ya una opinión previa que no es capaz de ser cambiada). Botella, además, comparte los rasgos característicos del emisor de este modelo: es la encargada de dar a conocer la información, escoge el contenido, es decir, escoge y selecciona lo que tiene que decir y es la que sabe cómo se está desarrollando todo ya que es la que tiene las riendas de la situación.

Considero que las ruedas de prensa son, como no, trabajos periodísticos que responden a este tipo de modelo de comunicación, el modelo bancario. 
El vídeo que acompaña al texto es el de la rueda de prensa de Ana Botella. Está, sin embargo, incompleto ya que dura apenas tres minutos y la rueda de prensa en sí tuvo una duración más prolongada.

Soledad Parés

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